ENRIQUE VILA-MATAS |
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PERDER TEORÍAS (2010) |
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EDICIÓN ORIGINAL Y TRADUCCIONES
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BIBLIOGRAFÍA |
- Ibáñez, Andrés [+], Adiós a las teorías, FronteraD.com, marzo 2010.
- Renault, Olivier, Attendre et perdre, c'est gagner, Page (París), marzo 2010.
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- Fonseca, Fernando, Cosas de tímidos, Literarias (Escritores de Asturias), noviembre 2010.
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- Pousa, Luis, Autores que juegan a ser otro, La Voz de Galicia, 18/12/2010.
- Domene, Pedro M., Vila–Matas vuelve a sorprender con Perder teorías, Cuadernos del Sur, Diario Córdoba, febrero 2011.
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- Semicz, Hanna O., Perder teorías, blog de Hanna O. Semicz, 20/10/2011.
- Aguinaldo Medici, Severino, Fazer curtos comentários sobre Perder teorías, Livros que eu li, blogspot, 16/11/2011.
- Pereira Medeiros, Manuel, Escrevemos sempre depois dos outros, Chapéu e Bengala, 9/12/2011.
- Sanhueza, Leonardo, Un gran plantón. Las Últimas Noticias. 31/05/2016.
- Sepúlveda, Luis, Teoría general de la espera. Revista Intemperie. Chile, 14/06/2016.
- Madariaga, Montserrat, Perderlo todo y esperar. La Juguera Magazine. 14/07/2106.
- Escobar, Joaquín, La espera y la más espera. Ojo en tinta. Chile, 18/07/2016.
- Salas Camus, Pedro, Los escritores pasan, las palabras quedan. Paniko. Agosto 2016.
- Reyes, Felipe, Vivir es esperar. Diario Uchile. 08/08/2016.
- Winter, Enrique, Resistencia de materiales. El Desconcierto. Chile, 28/09/2016.
- Turcotte, Joëlle. Perdre des théories, ou le récit de soi comme disparition. Postures, n°26, noviembre 2017.
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Documento de Pessoa procedente de la Biblioteca Nacional de Portugal:
el origen del título de Perder teorías proviene de este breve manuscrito:
El sagrado instinto de no tener teorías. |
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“Es la parte ensayística de Dublinesca”
Gabastou: Has publicado muchos ensayos sobre todo en la prensa, reunidos después en libros. ¿Son el contrapunto reflexivo de tus ficciones o extensión de las mismas?
V-M: Está todo estrechamente ligado, del mismo modo que ensayo y ficción se entrelazan últimamente en casi todo lo que hago. Perder teorías, en este sentido –quizás por ser ensayo narrado o narración reflexiva-, se acerca más al género en el que me encuentro más a gusto, me divierto más, me siento más libre, en definitiva. Dublinesca es algo diferente, porque es más novela que otra cosa. La parte ensayística que podría haber incluido en Dublinesca, esta vez va aparte y es el ensayo narrado titulado Perder teorías.
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“La literatura es un camino para la utopía”
Vila-Matas y Castells conversan en la Biblioteca Fuster de Barcelona (28/09/2010) |
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El Magazine Littéraire
comprado en Lyon |
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Contraportada
“Invitado en Lyon a un simposio internacional sobre la novela, un doble del escritor Vila-Matas es dejado por un taxi en su hotel sin que allí nadie le dé la bienvenida. En la soledad de su habitación redacta una teoría general de la novela, incidiendo especialmente en los cinco elementos que deben reunir los textos para pertenecer al nuevo siglo, mientras la organización que le ha invitado a Lyon sigue sin ponerse en contacto con él. De regreso a Barcelona, le parece descubrir la futilidad de todo ensayo y de todo viaje y quizás incluso la futilidad de todo, de modo que acabará destruyendo la teoría, si bien ésta podría servirle a alguien para escribir Dublinesca.”
«El doble de Vila-Matas se dedica a fechorías como establecer cinco elementos (“irrenunciables, imprescindibles”) que deben estar en toda novela futura que quiera sentirse perteneciente al nuevo siglo. Lo curioso es que esas cinco imprescindibles cualidades las aplica a rajatabla Vila-Matas en Dublinesca.»
Liz Themerson |
Perder teorías. O este libro rojo entendido como el Libro Rojo del autor...
“Es corto, pero delicioso para leerlo en una tarde de lluvia. Lentamente.
Alta literatura (un manifiesto) de pequeñas dimensiones.
Que nos sirve para entender a VM y toda su obra anterior...
(En esa constante que tiene VM de entrar y salir constantemente de la vida y la obra de otros autores para mezclarlo con su...)
Obra maestra!
(O sea, hubiéramos estado supercontentos si le hubieran dado el Nobel a VM, -supongo que yo incluso habría salido a la calle para participar en manifestaciones de alegría colectiva y habríamos brindado con cava y tal...- tiene una larga obra personal, coherente y compacta..., pero le dan a VLL que sí, que es bueno, que también tiene una larga obra personal y de calidad pero que a mí ni fu ni fa)”
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“Una vez más, pero a la máxima potencia, Vila-Matas nos da esa mezcla de perplejidad, vida suspendida y literatura en estado puro que es la quinta esencia de su obra”
Jordi Llovet sobre Perder teorías, en El País |
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Imágenes
Hotel des Artistes, Lyon
Recepción del Hotel des Artistes
Villa Fondebrider, sobre Lyon
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Comienzo de Perder teorías
1
Fui a Lyon porque una organización llamada Villa Fondebrider me invitó a dar una charla sobre las relaciones entre la ficción y la realidad dentro de unos Encuentros Internacionales de Literatura. Acepté porque no había estado nunca allí y me apetecía conocer la ciudad. Además, participaban en aquel simposio John Banville y Rick Moody, dos de mis escritores favoritos. En cuanto a la cuestión de las, cada día más manoseadas, relaciones entre la ficción y la realidad, había escrito ya una infinidad de veces y de muy variadas formas sobre el tema y me pareció llegada la hora de fijar, de una vez por todas y aunque yo mismo desconfiara de ella, una posición firme al respecto.
Recuerdo todavía las cosas absurdas que, a lo largo del viaje aéreo, pensé que podía encontrarme en Lyon y cómo acabé quedándome dormido. Cuando desperté, ya habíamos llegado. En el aeropuerto me esperaba una especie de tiparraco (alguien que me cayó mal desde el primer momento), un joven taxista con un cartel en el que había escrito -muy mal, con tres grotescos fallos ortográficos- mis apellidos.
Lo normal en los taxistas que cumplen estos cometidos es un comportamiento burocrático, rutinario. Cruzan cuatro secas palabras contigo y te dejan, con la debida eficacia, en el hotel, y punto. Pero mi taxista parecía tener ganas de hablar y de inmiscuirse en mis asuntos. Viendo que mi francés era imperfecto, propuso que habláramos en portugués, su lengua materna. Un fastidio, porque hablo peor el portugués que el francés.
A mitad del trayecto me confesó que no sabía muy bien cómo se llegaba al Hotel des Artistes, donde debía yo hospedarme. Tras explicarme que hacía tan sólo tres días que le habían dado el carnet de conducir, comenzó a aprovechar los semáforos de las afueras de Lyon para consultar un mapa de la ciudad, al tiempo que me expresaba en portugués sus dudas y grandes confusiones.
El viaje en taxi, por mucho que no tuviera yo prisa alguna, comenzó a hacérseme eterno. Para colmo, parecía empeñado el portugués en considerarme un turista y no paraba de recomendarme restaurantes de la rue Merciere, donde seguramente tenía alguna comisión. Cuando le dije que había ido a Lyon a trabajar, no entendió nada, a pesar de que el trayecto lo pagaba la Villa Fondebrider, que era la institución que sobre el papel tenía que haberle contratado para llevarme hasta mi lugar de residencia.
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“Invité à un symposium international sur le roman à Lyon, un double de l'écrivain barcelonais Enrique Vila-Matas est abandonné dans son hôtel, où personne ne vient l'accueillir. Dans sa solitude, il achète un exemplaire du Magazine littéraire dédié à Julien Gracq et tombe sur un article qu'il a lui-même consacré au Rivage des Syrtes. Cette lecture lui donne l'idée d'élaborer une théorie générale du roman. Il veut mettre en évidence la modernité et l'extraordinaire prescience du roman de Julien Gracq - qu'en son temps une partie de la critique trouvait avait trouvé désuet - puis en déduit les principaux axes de ce que devra être le un roman. De retourAyant décidé de rentrer à Barcelone, sur le point de repartir de nouveau, il découvre l'inanité de toute théorie littéraire. Dès lors libéré de ce carcan, il écrira et perdra des pays, voyagera et perdra des théories, les perdra toutes.”
4e de couverture |
“La casualidad quiso que mi tren de Dublín a Cork, el 13 de marzo de 2009, se detuviera unos minutos en la estación de Bray. Así descubrí que no sólo hay en Francia pueblos que se llaman Bray, sino también en Irlanda.”
(Ilustración y texto que la acompaña en la pág. 65 de Perder teorías) |
“Así pues tenemos que el vagabundeo libre y a veces anticipatorio de Nerval, la configuración psíquica tormentosa y atormentada de Rimbaud, y finalmente los signos exteriores procesados por una mente sesgadamente surrealista (Breton y compañía), forman parte esencial de la configuración de El mar de las Sirtes. Cuando percibimos ahora que esta obra es tan contemporánea, comenzamos a explicarnos las reacciones de estupor o de altivo menosprecio que provocaron sus innovadoras bacterias literarias entre los supuestos genios que triunfaban por aquellos días –eran tiempos modernos- de 1951, el año en el que apareció el “anticuado” libro de Gracq y fue premiado con aquel legendario Goncourt que rechazó”
(Perder teorías, p. 47)
Gracq 1951. Il vient de refuser le prix Goncourt. |
“Ne nous leurrons pas : nous écrivons toujours après des autres. En ce qui me concerne, à cette opération qui consiste à donner un nouveau sens à des idées et à des phrases d’autrui en les retouchant légèrement, il faut en ajouter une autre, parallèle et presque identique : l’invasion de mes textes par des citations littéraires totalement inventées, s’entremêlant aux vraies. Ce qui complique encore plus le procédé, mais lui apporte aussi une incostestable allégresse.”
(Perdre des théories, p. 37) |
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Bray (Irlanda), foto de V-M |
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“Le roi Copethua, el último de los tres relatos que Gracq incluye en su volumen La presq'île y que, por cierto, André Delvaux pasó al cine en una película para mí inolvidable, Rendez-vous a Bray. En ese relato un joven llamado Jacques Nueil acude a una cita en el campo con un amigo que le ha citado poco después del mediodía en su casa de Braye. Viaja hasta Braye y espera durante horas la llegada de su amigo, que nunca llega.”
(Perder teorías, p. 57) |
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Braye
(Saint-Jean-de-Braye. Francia) |
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enriquevilamatas.com |
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